Cuando giramos la cabeza y volvemos la mirada hacia atrás vemos el poder devastador humano y los cambios que ha sufrido nuestra cultura a favor de un sistema de mercado, más que teniendo en cuenta al propio ser humano. Además, esta conciencia favorece también la idea de que nada es eterno.
Sin embargo, la mirada hacia el pasado es tierna. Los lugares son intervenidos con objetos propios de aquella época, objetos por los que parece que no ha pasado el tiempo y que aún podemos disfrutar de ellos. Hace surgir sentimientos de añoranza. ¿Podrían volver a ser habitados estos lugares? ¿Podrían ser rehabilitados con otro significado?