La llegada del confinamiento debido a la pandemia causada por el virus COVID-19 provocó en mí en una necesidad de crear vasos comunicantes entre las intensas sensaciones (angustia, deseo, tristeza, exceptisicimo…) que estaba viviendo durante aquellos días y el exterior, encontrando en la imagen el mejor vehículo expresivo para mostrar mis emociones.
Utilizando diferentes elementos domésticos y cotidianos como símbolo del obligado encierro en nuestros hogares y en combinación con los lemas que llevo grabados en mi piel y que vertebran mi «estar en el mundo» («aquí y ahora», «amor» y «vida») he intentado comunicar mis sentimientos y pensamientos a lo largo de esos días y dar rienda suelta a mi imaginación como una vía de escape.