Mi obra es caótica y variada como mi estado de ánimo porque siempre he usado la pintura como vehículo para “sacar” mis emociones y contárselas al mundo.
Pinto sobre tablas que recupero o rara vez sobre lienzos de tela, huyendo del arte figurativo y buscando que el color y las formas de mis cuadros expresen y transmitan cómo estoy o cómo soy.