Esta serie de cuadros expresan el movimiento del cuerpo frente al ambiente que le rodea y a los sentimientos que contiene. El entorno provoca diferentes sensaciones que nos trasladan a un sentimiento determinado. En este momento es cuando entra a formar parte de lleno el/la espectador/a.
Para esto debía elegir una técnica que me diera la posibilidad de jugar, pues no quería plantear nada, necesitaba libertad en la ejecución, que el resultado fuera fresco, inmediato, luminoso, con personalidad.
Todo esto que os cuento no lo “masqué”, cuando tengo tan claro que tengo que expresar algo, sé qué tipo de pintura y soporte son los idóneos, y en este caso era evidente: mi amada acuarela era mi compañera eneste viaje. Quería que fuera mi medio de expresión, pero que tambien trabajara ella por sí sóla en determinados momentos y espacios del cuadro.