Descripción
En esta obra plasmo el sentimiento de unión panteísta que tengo con mi tierra, la campiña de Córdoba, llevado a la plenitud cuando estoy en ella y la pinto tras recorrerla en larguísimos y extenuantes paseos. Aparecen en ella transcritos plásticamente sus elementos primordiales: pitas, chumberas, girasoles, olivos, viñas, lomas, trigo, caminos. Y yo misma presente, pintando, en el camino del crepúsculo hasta la luna.
La exaltación colorista se corresponde con mi estado emocional y la hondura de la vivencia.