Su recorrido artístico se caracteriza por la integración de diferentes disciplinas, buscando la conexión entre la filosofía, el concepto y la materia. Siendo partidaria de la defensa del proceso creativo como fin en sí mismo, la experimentación con diferentes materiales y su relación con el espacio marcaron sus primeros años ya situada en el marco del arte contemporáneo. Así, en un principio sus proyectos aunaban escultura -principalmente metal- y audiovisuales, siendo la instalación el medio apropiado para contextualizar la diversidad plástica y estética: luz, sonido, imagen, materia.
Posteriormente la indagación y el estudio en el ámbito plástico y esta defensa de la ejecución y la materia ante la literatura que adorna la obra, hicieron que abandonara el ámbito de la filosofía y el concepto y fuera regresando poco a poco al origen del arte icónico: la pintura. La conexión interdisciplinar originaria que aún trabaja, la llevó a retratar músicos del natural, en conciertos y ensayos, y posteriormente a buscar una pintura más reposada y reflexiva, lo que la condujo a retratar ya en el estudio a través del procedimiento pictórico del óleo.
Del mismo modo que partiendo del arte contemporáneo fue adentrándose en la historia hasta llegar al óleo, a partir de los músicos que retrata del natural, ha ido siguiendo las huellas de su recorrido hasta llegar a los artistas que construyeron y marcaron determinantemente la historia de la música del siglo XX.